lunes, 11 de enero de 2010

Mi compañero...


Observo nuestra foto, enmarcada en un fino cristal brillante. Tu sonrisa intenta superar la mía, pero, evidentemente, no lo consigue. Momentos agradables y amables que conseguían hacerme olvidar todo mal existente.
Cuesta creerlo... no puedo entender como pudiste marchar sin siquiera dejarme una nota... como si lo nuestro fuese una simple amistad...
No éramos amigos, éramos mucho más, mejor amigos, fieles ayudantes, eternos consuelos que apagaban mi sufrimiento...
Te echo de menos, Chuk... mi eterno compañero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario