domingo, 24 de enero de 2010

Bendito demonio.

Cuando mi alma ascendía hasta el cielo, abandonando mi frágil cuerpo sobre el asfalto, un demonio me salvo, devolviéndola a mi ser.
Bendito demonio... le debo la vida.

2 comentarios:

  1. Holaaa! he encontra tu pequeño rinconcito y me voy a quedar vale?
    Demonios...siempre me han gustado más que los ángeles ;)

    Saludos Franceses ^^

    ResponderEliminar
  2. Podía a ver sido peor ¿no?
    aunq no me imagino como xD
    acabo de encontrar tu blog y simplemente me encanta!
    #3!

    ResponderEliminar